viernes, 20 de abril de 2012

HiperTexto de Bitácora

La sociedad incorpora ciertos valores culturales, morales y éticos que el poder dominante inculca desde las tácticas que avala. La dominación cultural y la capacidad de imponer unos determinados valores culturales sobre otros han sido objetivo prioritario de las grandes potencias a lo largo de la historia de la humanidad. Y el presente no constituye una excepción. La influencia de los mass media es relevante: hasta en los momentos de ocio, el hombre se ve influido. Entonces como docentes, nos vemos enfrentados al problema del individualismo que este período o mejor dicho, este “paradigma” acarrea. Ya que los medios nos generan una especie de burbuja que nos aísla. La familia en vez de charlar durante la cena de sus vidas, enciende la televisión y mira Tinelli, ahogándose en un sinfín de banalidades y acciones carentes de sentido común, en donde un insulto es divertido y aplaudido.

Aún así, no podemos descartar que hay nuevas tecnologías que si son utilizadas con responsabilidad nos acercan al conocimiento y al contacto “virtual” con los otros. Es el caso de este blog por ejemplo, que nos permite en un pequeño espacio, desarrollar nuestras ideas, compartirlas y poder acompañar a los demás compañeros en sus ideas.

La realización de estos 3 trabajos prácticos me llevaron a plantear mi situación como docente frente al aula y los recursos que utilizo. Si bien, la materia que dicto (“Cine”, para abreviar…) hace estar al grupo en continuo contacto con la tecnología, resulta difícil evitar la copia, como si lo ya producido fuera mejor que lo que está por venir. Es un trabajo árduo, un ir y venir, para que los chicos sean capaces de soltar su imaginación. Los jóvenes temen mostrar su mirada, quizás porque temen al qué dirán (tanto demás compañeros como el docente). Y pareciera que el aula, en sus cuatro paredes los limitara a crear. Tal vez porque remite a la escuela y pulula esa idea “errónea” que se tiene de ella (aunque hay dinosaurios que aún la ven así y la cumplen así): se transmiten saberes que no se pueden cuestionar, porque el docente es la máxima autoridad. Por ello, me gusta romper con el encierro y salir al patio a trabajar, expandiendo las fronteras.

Como las tecnologías no son ingenuas nosotros debemos ser, en cierta manera, “astutos” para poder identificar qué se nos intenta transmitir y así, desde cada uno decidir qué repite y qué no, qué valora o no, qué avala o rechaza. Si tomamos conciencia de esto, seremos capaces de desarrollar nuevas visiones y nuevas posturas, es decir, tendríamos la capacidad de “defendernos”, dejar de actuar como máquinas que “asimilan” todo lo que les es impuesto y transformarnos en individuos activos, capaces de ser “generadores” de ideas, conceptos, información, teorías y todo lo que enriquezca al propio hombre.

2 comentarios:

  1. Soy Noelia Mangin...no aparece mi apellido creo. Saludos!

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    1. Hola NOelia! Pero qué mirada tecnofóbica, che. Yo creo que habría que pensar por qué tantas personas eligen mirar la TV y qué hacen con ella. Porque los sujetos siempre son activos en su recepción mediática. No niego con esto la influencia de los medios, pero tampoco la absolutizo.
      Aun si ese fuera el caso, no sería mala idea tomar a programas como el de Tinelli de punto de partida para pensar la producción audiovisual ¿no te parece? Lo importante, como vos bien decís, pasa por recuperar la capacidad de producir discurso. Y sobre eso Prieto Castillo nos enseña que tenemos mucho que aprender de la televisión.
      Seguimos el debate.
      Abrazo!

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