Releyendo
durante estos días las propuestas de mis compañeros, y algunas
cuestiones planteadas por los autores propuestos, me interesa señalar
dos alternancias o posiciones detectadas, una de ellas la que intenta
explicar cuestiones utópicas a partir de los medios de comunicación
mismos, de las nuevas tecnologías, de sus usos o contra-usos, otras,
de mirada más bien sociológico-vincular, haciendo incapié en el
agente que las usa. Me emparento más con estas últimas, no creo en
utopías, tampoco en perspectivas de finales felices, de abrazos
solidarios -habría que ser un loco para hacerlo conociendo la
historia-, sino en la fundamental malignidad que reside en todos los
sujetos, en su capacidad para pervertir tanto como crear, en asesinar
tanto como curar.
Retomo la
perspectiva de mi compañero Pablo Maltese, -educación no formal-
para señalar nuevamente que la experiencia, las experiencias de este
orden, diarias y contempladas en las culturas de las más
antagónicas, dan cuenta que la institución escolar, y sus medios de
comunicación no son ni necesarios ni imprescindibles para la
integración de un sujeto en la sociedad, su desempeño
satisfactorio, el alcance a posiciones de bienestar subjetivo y
familiar, y la conquista de cocimientos complejos. El primer mass
media, genuino y jamás derrocable, es La Langue, l'
langue de telle. La
cultura y el conocimiento, tienen su etiología fundamental en los
ámbitos no formales de producción, allí donde el sujeto aún no
encarna los forceps del estar obligado a dar un presente para llenar
una panilla, allí donde radicalmente se lo llama, locamente, con
intención de despojo, alumno.
Medios
y fines, medios formales y La Langue, incluso en esas obras
maravillosas del arte Chaplinesco, aparecían pequeños subtítulos o
referencias discursivas, hacían entrada los otros, nosotros, los semejantes, la
langue del
autor, ¿porque la creencia en el bien común?, ¿no es esta la más
grande de las hipocresías si se conoce de cerca al sujeto?.
Carece
de todo valor hacer un análisis de los medios y de las nuevas
tecnologías, en si son un das ding, creo
que el análisis es de cierto valor cuando cuestiona a los agentes
que alojan estas tecnologías, esto es, cualquier sujeto puede ser un
hábil ahorrador, comprador, manejador del dinero, se podría incluso
decir que esto es productivo a nivel social, que es interesante que
logré esa difícil tarea, pero siempre en virtud del sistema, es un
deudor, en tanto que para ser incluido en el sistema de profesorado y
sus cuestiones de exanimación, de mi parte debo de pagar luz
eléctrica, comprar un equipo pc, sus licencias en el mejor de los
casos, comprar un mueble para sostener el equipo, rentar un servicio
de internet, etc; todo esto, ¿será reintegrado a fin de la cursada
por el isdf34 para nuestras arcas? ¿es realmente un curso de
formación gratuito? -podría haberlo sido, pero se generaron
condiciones ya sea por estupidez, ya sea por intención manifiesta,
para que no lo sea-, a esto voy, se pierden en las bellas historias
freirianas, que por cierto no se repitieron -ni quedan testigos
incluso de tal gesta-, que la didáctica y la pedagogía no logra
repetir incluso con sujetos mejor 'agiornados', ¿son los medios, es
la educación?, se pierde de vista que la estructura determina el
efecto final, que nos contentamos con jugar en los estratos medios
múltiples teorías bonitas de libros de alumnos, de temarios y
currículas, que creamos que al pensar que los medios, las nuevas
tecnologías no son 'Sade' nos lleva no se a qué maravilloso cambio
en las empresas productoras de sometimiento, que incluso esa
incapacidad para aceptar les nuances del
hombre nos conduzca al refugio pueril de las utopías, nada de esto
ni antes, ni después modifica la estructura del discurso dominante,
si no se empieza a conocer a su agente, al sujeto, si no se deja la
infértil piedra como principio de todas las cosas, “..Hay
que apartar de nosotros el mal gusto de querer coincidir con
muchos..”