lunes, 12 de noviembre de 2012

Escuela vs. cultura de medios
La generación actual creció  y se desarrollaron dentro de una  cultura sustentada y desarrollada bajo la imagen, en medio según Huergo de una “transformación cultural” “ de la cultura mediática distinta a la que nacimos nosotros, donde los conocimientos eran adquiridos desde el libro, desde la escritura. Hoy desde la casa el joven puede tener acceso a cualquier parte del mundo, a cualquier tipo de información, el aprendizaje ya no depende tanto de la presencia del adulto. Como dice Martín Barbero “Estamos ante la formación de comunidades hermenéuticas que responden a nuevos modos de percibir y narrar la identidad, y de la conformación de identidades con temporalidades menos largas, más precarias pero también más flexibles, capaces de amalgamar, de hacer convivir en el mismo sujeto, ingredientes de universos culturales muy diverso”[1];  generando nuevos modos de percibir y de sentir, de oír y de ver, que en muchos aspectos choca y rompe con el con el mundo cultural del adulto.
Ante esto, la educación se enfrenta con desafíos grandes y contrapuestos a su forma tradicional de educar, centrada en la escuela y los libros. La circulación del saber en la sociedad estaba centralizada y personificado en la escuela, pero  en la actualita es fragmentado y disperso, circula por fuera de la escuela y los medios de comunicación tienen una gran participación en esto.
Por lo tanto, el docente para poder llegar a su alumno tiene que estar preparado y empapado de estas nuevas formas de adquirir saberes.  Nos encontramos con alumnos que, a través de internet tiene acceso a saberes, fragmentados o no, que posiblemente interpelen el posicionamiento del docente, ya que no son simples receptores pasivos, en donde uno deposita conocimientos, sino son sujetos activos. Esto nos lleva ha encontramos en la  crucial disyuntiva de tomar una actitud de repliegue y conservación o de apertura y desafío, donde entendemos que a la vez que impartimos aprendizaje también podemos aprender de nuestros alumnos.
Tenemos que darles las herramientas necesarias para que puedan decodificar lo que los distintos medios le ofrecen en forma acrítica, ya que gran parte del día se ven influenciados por estos, como ya manifesté esta es la generación que a crecido  con la explosión del desarrollo tecnológico, con la trasformación a una cultura mediática. Muchos de los discursos son incorporados de forma natural y es necesario desnaturalizarlo, decodificarlo para que el alumno como sujeto activo pueda construir un saber propio-critico, y para ello necesitamos como manifiesta Barbero Martín “una escuela capaz de un uso creativo y crítico de los medios audiovisuales y las tecnologías informáticas. Esto sólo será posible en una escuela que transforme su modelo (y su praxis) de comunicación, haciendo posible el tránsito de un modelo centrado en la secuencia lineal - que encadena unidireccionalmente grados, edades y paquetes de conocimiento- a otro descentrado y plural”.[2] Que reconozca a esta nueva cultura como formadora del sujeto.



[1] Barbero Martín
[2] idem


1 comentario:

  1. Hola Verónica
    Es correcta la lectura que hacés de la bibliografía y bien intencionada el modo en que intentás complementarla con las imágenes y los videos.
    No obstante, recordá que un texto de bitácora es una producción que se hace desde la propia experiencia. Quizás sea ese el punto que todavía te está quedando flojo.
    Tratá de tenerlo en cuenta para el final.
    Nos vemos.

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