CULTURA MEDIÁTICA Y CULTURA ESCOLAR

Hola a tod@s! En este post me gustaría hacer un cierre de la Unidad Curricular, como pide Pablo Casal y para esto me voy a remitir a mis primeros posteos en la materia. Como publiqué en Abril y en el mes de Julio, el rol de los medios como productores de subjetividad en la sociedad,  hoy atraviesa la cotidianeidad de todos y cada uno de nosotros, la cuestión es qué hacemos los docentes con esta nueva CULTURA MEDIÁTICA que nos atraviesa.

LA CULTURA MEDIÁTICA, concepto que se retoma en estos últimos módulos, son las formas de ver, de sentir y de actuar, agendas temáticas, modos de relacionarse y de resolver los conflictos, son los saberes y las representaciones sociales que tienen en la actualidad los medios masivos y las nuevas tecnologías. En cuanto transformadora de prácticas, saberes y representaciones sociales, la cultura mediática opera desde dentro de la vida cotidiana, dice Maria Mata en el texto de Huergo: “Recorremos espacios remotos y múltiples en tiempo real, vemos imágenes de muchos rincones del mundo casi sin movernos de un sillón, o desde la mesa de nuestra casa; ya no necesitamos mover nuestro cuerpo para estar con otros; y lo hacemos con tanta intensidad como antes recorríamos con nuestro cuerpo los espacios más cercanos y familiares.”

Ahora bien, esta cultura mediática está en conflicto con la CULTURA ESCOLAR . Según Huergo, la CULTURA ESCOLAR: “comprende un conjunto de prácticas, saberes y representaciones producidas y reproducidas a partir de la institución escolar. Pero también incluye las modalidades de comunicación y transmisión de saberes para poder actuar socialmente (más allá de la escuela) que operan de acuerdo con la “lógica” escolar.”

¿Como entonces pueden convivir ambas culturas? ¿Qué pasará con la escuela si da la espalda a esta nueva realidad comunicacional?

Considero, como plantea Barbero, que la sociedad reclama al sistema educativo que pueda formar ciudadano con visión de futuro, para los mapas profesionales y laborales que se avecinan. Abrir la escuela a la multiplicidad de escrituras, lenguajes y saberes, lo que significaría para el ciudadano aprender a leer o descifrar un noticiero tanto como leer un texto literario.  Lograr  una escuela en la que aprender a leer signifique aprender a distinguir, a discriminar, a valorar y escoger donde y cómo se fortalecen los prejuicios o se renuevan las concepciones que tenemos de la política y de la familia, de la cultura y de la sexualidad. Se necesita una educación que logre el análisis y la crítica de lo que los medios imparten, lo cual implicaría hacer una revisión política de los medios, dejando de considerarlos ingenuos o bien impartidores de opinión pública.

El uso de los medios en lo escolar, y como planteara en el post anterior en Julio debe ser aprovechado al máximo y con fines pedagógicos de manera creativa, con humor como plantea pablo maltese Esto posee una importancia estratégica que consiste también en el uso crítico de los medios audiovisuales y tecnologías informáticas. Se necesita una escuela que transforme su praxis de comunicación, pasando de una secuencia lineal y unidireccional de la misma, a un modelos de comunicación descentrado y plural para que esta nueva escuela interese a los jóvenes. Como dice Barbero, sólo haciéndose cargo de esas transformaciones sociales, mediáticas y tecnológicas la escuela podrá interactuar con las nuevas formas de participación ciudadana que el nuevo entorno comunicacional le abre hoy a la educación.

saludos a tod@s, y gracias por leer el post! les dejo un video breve para repensar el trabajo en las escuelas: