domingo, 28 de octubre de 2012

La escuela, los medios y nosotros...

Los medios y el lenguaje juegan un papel importante en la constante construcción de subjetividad. Cualquier tipo de lenguaje (visual, verbal, táctil, etc) es parte de las relaciones sociales y en nuestra comunicación con los otros reproducimos esas relaciones. Según Althusser, en la comunicación con otra persona, nuestro primer trabajo es “interpelar”; es decir, reconocer los signos que lleva ese lenguaje. A los niños no les hablamos como si fueran adultos. Desde mi perspectiva creo que debemos comprender el lenguaje de nuestros alumnos. Es difícil “meterse” en su mundo, pero a través del contacto con ellos y diversos trabajos en clase, podemos acercarnos. Los medios divulgan, proponen, “comunican”, etc. discursos que son producidos desde la institución dominante y es importante asumir que hay una ideología que los envuelve y produce. A su vez, todos los textos que se producen son intertextuales (John Fiske, “Los estudios culturales británicos y la televisión”). Las relaciones de intertextualidad pueden ser implícitas o explícitas y forman parte de la experiencia cultual de los espectadores. 

 La cultura es un proceso de construcción de sentido en el que la gente participa activamente; no es un conjunto de significados ya prefijados y deben respetarse y seguirse. La libertad propia de construir sentida está adecuada a la libertad de la sociedad en la que estamos inmersos. Hay textos de difusión masiva, como por ejemplo los chimentos, pero también, tenemos la oportunidad de reflejar y mostrar nuestra realidad. Con lo cual, si a los chicos le demostramos eso, y dan cuenta de sus experiencias a través de diferentes situaciones áulicas y también no formales, como intervenciones (por ejemplo teatrales) en su barrio, estarán construyendo sentido y subjetividad. Vacío Colectivo  (trabajo de un grupo de alumnos de 5toAño de un colegio privado de Isidro Casanova, donde doy clases. El video pertenece a “Jóvenes y memoria”, un proyecto en el que la escuela participa a través de un docente que lo impulsó y lo coordina año tras año) El lenguaje y todo lo relacionado con la comunicación está en constante cambio, crecimiento, anulación, modificaciones, etc. porque cambia junto con el paradigma, con la sociedad misma que lo produce. Lo que ayer era de determinada forma, hoy quizás ya no lo es. Y las nuevas tecnologías hacen que estos cambios sean más pronunciados porque vivimos en un mundo muy comunicado (o descomunicado….), interconectado por la televisión, la prensa, los teléfonos, el cine, y la gran nube de Internet. Días tras día surgen novedades y se actualizan datos científicos, de moda, de curiosidades, etc., etc., etc. 
Escribiendo el etc., etc., etc., recordé un caso particular que me sucedió el año pasado con un alumno cuando me entregó su trabajo práctico sobre una película que debían analizar. Me escribió “Bla, bla, bla” (en vez de etc. etc. etc.) como si estuviéramos chateando. Mi primer impulso fue reírme, y como estaba en mi casa corrigiendo, lo hice. Es increíble como el lenguaje coloquial se confunde con el lenguaje académico de una entrega escolar. De todas formas, esto habla de una época. Es decir, cuando yo era chica, no se usaba esa expresión y creo que tampoco se me cruzó por la mente escribirle en un tp “la cazaste” a una profesora.

Como dice en el texto de Huergo, “Los medios y las nuevas tecnologías estarían provocando una novedosa "alfabetización múltiple". Ellos elaboran, ponen en circulación y distribuyen nuevas formas de conocimiento a la manera de una pedagogía perpetua (sostiene el pedagogo crítico norteamericano Peter McLaren), que trabaja de manera incesante y que no puede ser recortada, organizada y controlada por la escuela. Múltiples y diferentes modos de comunicación que, a su vez, suscitan múltiples y diferentes estructuraciones de la percepción, y esta coevolución produce múltiples y diferentes imaginarios, creencias, expectativas y acciones más o menos colectivos. El producto de estos procesos es lo que podríamos denominar tecnocultura.” Así se producen los esquemas mentales que luego reproducimos. Estos esquemas muestran nuestra forma de ver la vida, la sociedad, la familia, etc. Forman nuestra subjetividad junto con el contexto en el cual estamos inmersos. Para ir cerrando el tema (o dejarlo aún más incluso, final abierto como en cine de vanguardia, final que deja al espectador pensando sobre sí mismo y lo que acabó de ver) es importante acompañar a los alumnos en el crecimiento junto a estas nuevas tecnologías, ayudándolos a que sepan interpelar qué se quiere decir y qué no. Y sacar conclusiones propias. Estamos inmersos en la Posmodernidad (Cine Posmoderno). Muchos quizás se sienten viviendo al mejor estilo “Truman Show”, entre las cámaras de seguridad (o inseguridad mejor dicho y por ello están ahí, mirándonos como un Big Brother sudamericano), la tarjeta SUBE que es “controlada” por Afip, Internet en los celulares y demás instrumentos que se nos puedan ocurrir. Pero siempre se pueden hallar usos poéticos, creativos y aprender DE y CON ellos. Les dejo un trabajo de mis alumnos cuando nos estábamos conociendo a principio de año...

http://www.youtube.com/watch?v=iXhci99j58o&list=HL1345924015&feature=mh_lolz

1 comentario:

  1. Noelia: Qué freireana tu reflexión. Me hiciste acordar al capitulo 3 de la Pedagogía del Oprimido. Allí Freire insiste en la necesidad de comenzar todo proceso de alfabetización por el "aquí y ahora" del educando y, por tanto, la necesidad que el docente tiene de indagar su "universo vocabular y temático" que puede ser expresado en múltiples lenguajes. De ahí que me haya interesado ese experimento que hiciste con tus alumnos con el video donde filman un día en sus vidas. Entablar un diálogo educativo con estos pibes empieza por poder retomar estos tipod de comunicación.
    Buen trabajo!

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